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sábado, 28 de abril de 2012

La puerta para acceder a la fase final del Campeonato Nacional Escolar era superar la 'fase de sector'. Se le llamaba así a uno o más partidos de eliminatoria con equipos que eran, a su vez, campeones interprovinciales. Nosotros jugamos dos de estas eliminatorias; la primera fue en Albacete, y ganamos a Salesianos de Cuenca; la segunda fue en Granada, superando a Maristas de Jaén (ganamos 44-35), y después a Colspe de Sevilla (ganamos 59-48).

 

 José Luis Martínez (alicantino) posa en el partido de la
fase de sector de Granada de 1972:
Maristas Cartagena 44- Maristas de Jaén 35.
Lo de 'alicantino' era apodo cariñoso. Así era conocido
porque había llegado al equipo ya en la categoría
'infantil' desde Maristas de Alicante


Creo que fue en la fase de sector de Albacete, en la que dos o tres hicimos una pequeña gamberrada en la rueda de entradas a canasta. Se trataba de hacer el 'garrulo' tirando alguna 'piedra' o entrando al aro sin mucho éxito... (dicho sea de paso, sin permiso de Pepe Gadella). Aquello era toda una estrategia de confianza. Como no nos conocíamos, sabíamos que era habitual fijarse en el otro equipo en las ruedas de entradas y tiro. Se trataba de enviar información falsa, ya que desde los dos bandos se echaban miradas para captar la calidad de los buenos jugadores y andarse luego con ojo. ¡Oye, ten cuidado con el número 9 que tiene buen tiro! Por eso, en alguna ocasión jugábamos al despiste. Total: una niñería.

En estos partidos de las fases de sector no pudo jugar Pepe García porque se había roto el tabique nasal en un entrenamiento. Recuerdo el momento aquel, fue bastante aparatoso. Como no teníamos un equipo en el que sobraran los pivots, se barajó la idea de solicitar un protector de rostro de fibra de plástico, que, en esa época era algo muy poco común. Se pusieron en contacto con un médico (creo que del R. Madrid), porque este equipo lo había empleado con un jugador, pero éste aconsejó que, aparte del riesgo, suponía una incomodidad muy grande para el juego y que no le permitiría jugar con buen rendimiento.

La final de los XXIII Juegos Escolares Nacionales fue en Málaga, del 28 de mayo al 3 de junio. Era nuestra primera final de un campeonato de España, e íbamos con los ojos baloncestísticos como platos.

El Noticiero. Martes, 23 de mayo de 1972

La fase final la jugaban solo ocho equipos: Chamberí (Madrid), Menesianos (Madrid), La Salle Bonanova (Barcelona), La Salle Condal (Barcelona), San Viator (Álava), Maristas (Salamanca), Jesuitas (Durango), y Maristas (Cartagena). Se jugó un sistema de competición de grupos, que luego se cruzaban con equipos del otro grupo, según fuese la clasificación original. Éramos un equipo sin experiencia en este nivel de baloncesto, y perdimos todos los partidos, quedando los octavos. Como jugador, ya me di cuenta que para superar aquel nivel de competición hacía falta sistematizar y organizar mejor el juego de equipo.

Nos alojamos en unos apartamentos (piscina, mini-bar, cocina con barra) de Benalmádena, cerca de Marbella. Era la época del boom turístico (ladrillo, patillas, sol y suecas) y fue como una toma de contacto con el mundo exterior (... a Cartagena). La última tarde hicimos una visita al parque de atracciones Tivoli (hoy, Tivoli World). Justo acababa de abrirse el parque el 2 de mayo de 1972. ¡Qué tiempos! ... aquellos viajes, que nos creíamos los mismísimos globe-trotters.

1972 fue también el año de la elección del mejor jugador de baloncesto infantil de Murcia, en una gala con cena incluida. Los candidatos eran tres: Francisco Menárguez (La Merced, Murcia), José Luis Martínez y Vicente Navarro (Maristas Cartagena). Se concedía una medalla (oro, plata y bronce). El resultado fue en el mismo orden anterior... bueno, el lector entenderá que no haga ningún comentario, pero una temporada después había gente del baloncesto cartagenero que esperaban con curiosidad ver jugar al jugador áureo.

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